Cuando hablamos de NFTs, es natural que nuestra mente se dirija hacia la Blockchain de Ethereum, ya que esta plataforma posibilita la creación y ejecución de contratos inteligentes, así como el desarrollo de dApps. Los tokens no fungibles son activos únicos que se generan utilizando estándares como ERC-721 o ERC-1155, pero vale la pena cruzar fronteras y destacar que existe una forma de autenticar obras de arte digital u otros activos en la Blockchain de Bitcoin. Hoy vamos a hablar de los “Ordinals”, conocidos por muchos como los “NFTs de Bitcoin”.
Aunque existen algunas semejanzas entre los NFTs de Ethereum y los llamados “Ordinals”, es necesario dejar claro que estos últimos no son tokens en sí –el creador del protocolo en cuestión, Casey Rodarmor, los llama “Inscripciones” o “Artefactos Digitales”– sino más bien datos que se adjuntan a una transacción BTC y que quedan vinculados a la unidad más pequeña de Bitcoin: un satoshi. El protocolo otorga un número de orden (ordinal) a cada satoshi según van siendo minados, lo que hace posible efectuar un seguimiento de cada unidad y hacer transacciones con satoshis específicos. ¿Es posible utilizar estas porciones de Bitcoin para alojar ciertos contenidos, como imágenes, texto o video, que luego sean identificables, transferibles y rastreables? Sí, de ahí la comparación con los NFTs de Ethereum.
De esta forma, cada satoshi se convierte en una pieza única marcada por un ordinal asociado, lo que proporciona una forma segura de certificar la propiedad y autenticidad de los activos digitales. Para concretar una definición: esta es una teoría que permite identificar y asignar un ID a cada uno de los millones de satoshis, facilitando que el contenido extra inscrito en esos satoshis se vuelva parte de la Blockchain, a diferencia de lo que ocurre con los NFTs tradicionales, puesto que la gran mayoría son almacenados en servidores de terceros, lo que durante años ha sido una de las mayores críticas por parte de la comunidad.
En 2022, cuando Casey Rodarmor, la persona detrás de los “Ordinals”, estaba inmerso en el proyecto, publico en su blog lo siguiente:
“He estado trabajando en un esquema de numeración para satoshis que permite rastrear y transferir sats individuales. Estos números se denominan ordinales y constituyen un espacio de nombres numérico para Bitcoin. Los satoshis se numeran en el orden en que se extraen y se transfieren de las entradas de transacciones a salidas de transacciones en el siguiente orden: primero en entrar, primero en salir. Se pueden adjuntar a los Ordinal activos arbitrarios, como NFT, tokens de seguridad, cuentas o monedas estables. Ordinals es un proyecto de código abierto, desarrollado en GitHub”.
Aunque el protocolo despegó en 2022, es importante reflejar que fue la llegada del estándar “BRC-20”, en marzo de 2023, lo que disparó el número de “Inscripciones” y permitió a los usuarios acuñar tokens inéditos dentro de Bitcoin por primera vez en la historia. “BRC-20”, desarrollado por un programador del que sólo se conoce un seudónimo –“Domo”-, renuncia a los contratos inteligentes –vinculados de manera profunda al “ERC-20”- y se vale, precisamente, de las “Inscripciones” ordinales de Rodarmor. Esto permite a los usuarios utilizar inscripciones JavaScript (JSON) para programar satoshis. Puedes acceder a un listado de los tokens basados en Bitcoin haciendo click aquí.
A principios de abril, la empresa global de inversiones, Franklin Templeton, publicó un informe en el que resaltaban que, según su perspectiva, fue gracias a los “Bitcoin Ordinals” que BTC tuvo un 2023 cargado de innovación y desarrollo. La empresa apoyó sus argumentos en gráficas que reflejan lo mucho que ha crecido este mercado.
Volviendo a Rodarmor, en septiembre de 2023 propuso el protocolo Runes, un estándar mejorado para la emisión de activos fungibles en Bitcoin. Según el propio Casey, Runes garantizará una gestión responsable de UTXO (Salidas de Transacción no Gastadas) … Cada UTXO representa una cantidad de Bitcoin que aun no se ha gastado y que está asociada a una dirección BTC. Tan pronto como una UTXO se gasta en una transacción, ya no se puede utilizar y pasa al historial de transacciones de la Blockchain.
Así pues, Runes difiere del estándar BRC-20, el cual no está basado en UTXO. Precisamente esta ha sido una critica por parte de un sector de la comunidad, pues hay quienes argumentan que el estándar de token BRC-20 produce exceso de UTXO que congestiona la red Bitcoin. Por ende, Rodarmor se propone brindar a los usuarios una forma más eficiente de crear tokens fungibles: Se asigna un Rune a un UTXO mediante un mensaje de protocolo que identifica la salida específica para recibir el token, su ID y la cantidad correspondiente utilizando la instrucción OP_RETURN, una función única para el almacenamiento de datos en Bitcoin. Las salidas OP_RETURN no congestionan el conjunto de UTXO.
Los UTXOs se emplean para monitorear los saldos de los tokens de Rune. En este nuevo protocolo no se asocia el registro de saldo de un token con una dirección de billetera, sino que se mantiene dentro de un UTXO. Estos tokens se transfieren mediante una transacción de Bitcoin que incluye una salida OP_RETURN que especifica qué cantidades de runas se asignan a qué UTXOs.
Puedes acceder a más información sobre Bitcoin Runes directamente en el blog de Rodarmor.
“Ordinals” y “Runes” son desarrollos que representan grandes avances en la utilización de la Blockchain de Bitcoin para autenticar y acuñar activos digitales. Los primeros facilitan la certificación de propiedad digital y otros activos mediante la asignación de IDs a cada satoshi, mientras que los segundos han sido propuestos como un estándar mejorado para la emisión de activos fungibles en Bitcoin, valiéndose de una gestión cautelosa de UTXOs. Ambos estándares han generado innovación y crecimiento en el mercado de activos basados en Bitcoin, por lo que nuestro cónclave de magos no podía dejar pasar la oportunidad de escribir sobre ellos.
¡Hasta una próxima ocasión, queridos aprendices! No olviden suscribirse al Newsletter de Purse.io y seguirnos en nuestras redes sociales para estar al tanto de todas las novedades relacionadas con Hamza.biz, el primer e-commerce web3 impulsado por el protocolo Loadpipe.