Criptomonedas y sustentabilidad energética: en busca de un equilibrio

Published on May 30, 2024
By: Xalyur Immudetes

Featured image for “Criptomonedas y sustentabilidad energética: en busca de un equilibrio”

Si eres de los que entraste hace poco en el mundo cripto, estoy seguro de que en algún momento escuchaste hablar sobre la minería de criptomonedas. Ya habíamos mencionado –brevemente- el tema en nuestra nota sobre historias personales, y, bueno, creímos que ya era hora de darle su propio espacio. Hablamos de un área que, sin duda, es una de las más polémicas dentro del sector, pues el debate sobre el alto consumo de energía es uno que regularmente se da en varios países. La pregunta que muchos se harán es: ¿Es ilegal la minería de criptoactivos? Esto varía según el país y la jurisdicción. En algunos territorios esta actividad está permitida siempre que los involucrados cumplan con determinadas normativas fiscales, mientras que en otros está totalmente prohibida. Por su parte, hay estados que todavía no han definido un marco legal conciso, es decir que la minería se practica no sin generar escepticismo entre un sector que quiere dar el primer paso, pero se resiste. Es muy importante estar al día con las leyes para así garantizar la legitimidad de lo que estamos haciendo.  

¿Es tanta la cantidad de energía que requiere el minado de criptomonedas? ¿Podrían las energías renovables contribuir en este ámbito? A lo largo de la nota iremos contestando estas preguntas y más, pero primero es necesario explicar qué es la minería de criptoactivos: es el proceso mediante el cual se crean nuevas unidades de una cripto. Esto requiere el poder de equipos especiales para solucionar complejos problemas matemáticos que permiten agrupar transacciones en bloques y registrarlos en una Blockchain. Tan pronto se realiza una transacción, esta es enviada a través de la red en cuestión para su verificación y procesamiento. Los mineros recopilan las transacciones y compiten para resolver cálculos que requieren un gran poder de cómputo, en pro de encontrar un valor hash que cumpla con ciertos requisitos –el primer minero que encuentra este hash es recompensado con una comisión-. En el caso de Bitcoin se emplea un algoritmo de consenso conocido como Proof of Work (PoW).

Acá empiezan a aparecer los detalles controvertidos. La minería, especialmente en sistemas Proof of Work (PoW), requiere una cantidad notable de energía. Para poner las cosas en contexto, en agosto de 2023 el Centro de Finanzas Alternativas de Cambridge (CCAF) corrigió las estimaciones de un estudio que había publicado sobre el consumo eléctrico de Bitcoin. Según lo estipulado en el informe final, hasta ese momento el consumo exigido por el minado de BTC se ubicaba en 70,4 teravatios-hora (TWh), cifra que, de acuerdo a los responsables del paper, es comparable al consumo de electricidad en territorios como Bélgica (83 TWh) o los Países Bajos (113 TWh). La CCAF aclaró que su modelo de análisis tiene en cuenta las especificaciones que poseen los equipos ASIC (Application-Specific Integrated Circuit), que son aparatos diseñados para minar.

PoW aporta un muy alto nivel de seguridad, ya que la dificultad para minar se ajusta periódicamente en función de la cantidad de poder de cómputo en la red. Esto garantiza que mientras mayor sea el crecimiento del sistema, será más difícil minar. Para un atacante sería extremadamente arduo y costoso modificar el historial de transacciones de la Blockchain. Ahora bien, ¿PoW es empleado en todos los proyectos de criptomonedas? La respuesta es negativa. Existen otros métodos de consenso:

Proof of Stake (PoS): en este método, los participantes de la red bloquean una cantidad de sus criptomonedas como garantía para tener la oportunidad de validar nuevos bloques de transacciones. Si un validador no se comporta correctamente, el protocolo puede retirar su inversión. A diferencia de Proof of Work (PoW), PoS no requiere costosos equipos de cómputo ni un enorme consumo eléctrico, lo que hace que sus sistemas sean más económicos de mantener. No obstante, la falta de costos y lo accesible de participar también se traduce en ciertas desventajas, ya que, si un atacante logra acumular una gran cantidad de cripto dentro del sistema, entonces podría influir en la selección de validadores y comprometer la seguridad de la red. Dos ejemplos de criptoactivos que utilizan PoS son Cardano (ADA) y Ethereum (ETH).  

Delegated Proof of Stake (DPoS): considerado por muchos como un tipo de PoS más democrático, es un protocolo de consenso en el que los poseedores de tokens eligen delegados que tienen que validar transacciones y crear bloques en nombre de la comunidad –en PoS, los delegados son elegidos aleatoriamente. La cantidad de cripto que “apuestan” aumenta la probabilidad de su elección-. Las ventajas y desventajas del protocolo DPoS no difieren mucho de las ya exploradas en PoS. Entre lo positivo destaca que son sistemas eficientes en materia energética y más baratos de mantener, aunque, como ya mencionamos, se suma la elección democrática de los delegados. Por su parte, entre las desventajas están la influencia sobre el poder del voto a través de la unión de un número suficiente de delegados, lo que podría tener un impacto en la seguridad e integridad de la red; también hay que matizar que, si un número importante de delegados pasa por problemas técnicos o simplemente abandona, el sistema podría interrumpir operaciones y se perdería la confianza en el mismo. Algunas blockchains que utilizan DPoS son Tron (TRX), EOS (EOS), Ark (ARK) y BitShares (BTS).

Proof of Authority (PoA): a diferencia de lo que ocurre en los mecanismos de consenso previos, en PoA la creación de nuevos bloques pasa por nodos o validadores que son seleccionados de antemano considerando su identidad y reputación en la red, es decir que no hay un proceso de selección democrática ni tampoco se requiere hacer stake de tokens. Es, en definitiva, un sistema más centralizado, uno que suele utilizarse en blockchains privadas o de consorcio en pro de facilitar las auditorías de movimiento de fondos. Al no contar con una participación comunitaria –o tener una casi inexistente-, puede darse el caso de que los validadores que controlen la red no confíen entre sí y tengan conflictos de intereses. Algunos proyectos que utilizan PoA son Kovan (KETH), RSK (Rootstock), VeChain (VET) y xDAI (xDAI).

Proof of Space (PoSpace): es un protocolo de consenso centrado en el espacio de almacenamiento. Acá los mineros tienen que demostrar que cuentan con espacio en sus discos duros y así pueden participar. Estos sistemas son conocidos por su eficiencia energética, además de la escasa inversión en equipos de hardware que se requiere –si tienes espacio libre, ya cuentas con todo lo que necesitas-.

Para evitar que algunos mineros pueden anticiparse y reservar una gran cantidad de espacio en pro de aumentar las chances de hacerse con más recompensas, apareció el algoritmo Proof of Time (PoST). Con este algoritmo se les exige a los mineros demostrar que han reservado y mantenido su espacio de almacenamiento durante un período de tiempo específico.

PoSpace y PoST trabajan de forma conjunta en ciertos proyectos para ofrecer más seguridad. Chia (XCH), de Chia Network, es una red que se vale de ambos protocolos.

El debate ambiental… ¿Se pueden hacer las cosas mejor?

Por fortuna, el tema no se ha quedado en el limbo, especialmente entre la gente que forma parte de la industria. Muchos empresarios están instalando granjas mineras cerca de lugares con un alto potencial de energías renovables, como luz solar y ráfagas de viento. Un ejemplo que vale la pena resaltar se dio en El Salvador, el primer país en adoptar Bitcoin como moneda de curso legal. En el marco de una iniciativa público-privada, la dirigencia de la empresa Volcano Energy eligió un distrito ubicado en la zona occidental de El Salvador, conocido como Metapán. El capital invertido fue de 1000 millones de dólares para toda una instalación que será alimentada por un parque de tecnologías renovables, cuya capacidad se dividirá en fases: iniciará con 241 megavatios de potencia y buscará situarse en torno a los 20.000 megavatios. Se sabe que la capacidad de 241 MW se dividirá entre 169 MW de energía solar fotovoltaica y 72 MW de energía eólica. Volcano Energy espera que, para 2028, la capacidad energética de las instalaciones esté 100% operativa.

Por su parte, vale la pena destacar el esfuerzo de Decimal Digital Currency en la promoción de un uso más responsable de la energía eléctrica, ya que a principios de 2013 se publicó que la empresa, líder en minería y tecnologías basadas en criptomonedas, cerró un acuerdo con Generate Capital y US Bitcoin Corp en pro de instalar una granja de minería en el centro de datos Wolf Hollow de Granbury, Texas. Precisamente, Wolf Hollow –centro de 300 megavatios- es propiedad de Generate Capital y es administrado por US Bitcoin. El acuerdo garantiza que la instalación minera esté directamente conectada a la central eléctrica, proporcionando servicios de equilibrio a la red y respondiendo al Consejo de Confiabilidad Energética de Texas (ERCOT). De esta forma, los equipos mineros aprovechan los excedentes de energía de la central para no perjudicar la red eléctrica; el centro de datos emplea su capacidad de interrupción para responder en los períodos de muy alta demanda, asignando energía a sectores indispensables como los hospitales. 

Si bien entendemos por qué la minería de criptomonedas es un tema polémico, lo cierto es que hay alternativas para su práctica responsable y permanecer dentro de la ley. Pareciera que algunas personas simplemente se niegan a hablar de los avances que se han hecho en términos de reducir el impacto energético y ambiental, y prefieren, en muchos casos por conveniencia, centrarse en lo negativo. Otro ejemplo digno de mención es el de Ethereum, la segunda criptomoneda más grande en términos de capitalización de mercado. Los desarrolladores decidieron cambiar su protocolo de consenso original, Proof of Work (PoW), a PoS (Proof of Stake), motivados precisamente por cuestiones como el manejo de un mayor volumen de transacciones de forma eficiente –hacer la red más escalable-, conseguir un nivel de descentralización más óptimo y, por supuesto, el argumento que tanto preocupa a muchas personas, en especial en pleno contexto del cambio climático y la sostenibilidad ambiental: la eficiencia energética. En estos tiempos de polarización masiva, mucha gente intenta vender que la minería cripto está inexorablemente condenada a generar desastres, cuando en verdad no es así.      

Sabemos que una sola nota es muy poco para un tema que abarca tantos matices, pero no te preocupes, esto es sólo el principio. Queremos desentrañar temas controvertidos asociados al mundo cripto, no sólo para ofrecerte nuestra propia visión sino también para motivarte a investigar y sacar tus propias conclusiones… eso es lo que verdaderamente importa. Purse.io representa uno de los proyectos al que más cariño y esfuerzo le hemos dedicado en los últimos años, mientras que, de forma paralela, estamos haciendo lo propio con Hamza.biz: el primer e-commerce alimentado por el protocolo Loadpipe a través del token LOAD, con el que buscamos ofrecerle a compradores y vendedores múltiples criptomonedas y stablecoins. Puedes encontrar nuestra hoja de ruta en el siguiente post.