Julie Sweet, CEO de Accenture Limited, una empresa multinacional que provee servicios profesionales y consultoría en torno a distintos campos, entre ellos, criptomonedas, dijo una vez lo siguiente: “Blockchain se está moviendo más allá de los criptoactivos y bien vale la pena prestar atención, ya que tiene el potencial de ser algo verdaderamente transformador”.
A estas alturas no hay forma de negarlo, pues lo que comenzó en 2009 como el núcleo de Bitcoin –eso sí, vale la pena recalcar que, en las décadas de los 80 y 90, fueron propuestos los primeros protocolos similares a Blockchain-, ya se ha convertido en el adalid de miles de programadores que, día tras día, dejan volar su imaginación y trabajan aún más en sus propias habilidades, en pro de integrar los beneficios de este, llamémoslo “libro de contabilidad inalterable”, en nuestras vidas. A pesar de todos los avances conseguidos, apenas hemos rascado la superficie, todavía queda trabajo por hacer en lo que se refiere a mejorar un sistema económico mundial cuyas raíces datan de la Revolución Industrial en el Siglo XVIII –y que continuó creciendo hasta agotar sus cartas más eficientes en el Siglo XX-, y ni hablar de todos los procesos administrativos que buscan aportar valor en la función pública, pero que ya han encontrado su techo en términos de eficiencia.
Blockchain está para optimizar, innovar y añadir transparencia. Aunque el debate sobre si somos aptos para vivir en un mundo carente de árbitros, al menos dentro del apartado financiero, es uno tan interesante como vigente –los sistemas socioeconómicos siempre evolucionan hacia delante, nunca hacia atrás-, lo que es innegable es que, por mucho que no sea una solución a cada uno de los problemas ni tampoco aplicable en el 100% de las situaciones, un alto nivel de descentralización conduce a muchos procesos operativos que fluyen mejor, a menos burocracia y a gente que es testigo de cómo multitud de problemas se resuelven con mayor rapidez. Creo que vamos por muy buen camino. Hace 30 o 40 años hubiera sido impensable la idea de almacenar datos imposibles de falsificar en el marco de un proceso electoral, pero hoy, en pleno 2023, ya existen países y ciudades que han incorporado tecnología Blockchain en sus procesos electorales o que, como mínimo, han desarrollado pruebas piloto: Estonia y West Virginia (USA) son dos ejemplos de ello.
Hasta el momento hemos resaltado el valor de Blockchain para subsanar la nula eficiencia de múltiples procesos administrativos –en especial si son estatales-, además de lo mucho que esta tecnología puede lograr si se trata de cubrir las grietas de la economía global. Sin embargo, la verdad es que este potencial no acaba aquí. No es casualidad que días atrás publicáramos una nota educativa con conceptos de lo más útiles e interesantes, y que entre ellos estuviera un término que en los últimos años se ha popularizado de una forma increíble. Hablamos, claro está, de NFTs, las siglas de “Token No Fungible”.
¿Qué es un NFT? Bueno, imagina que pudieras “tokenizar” uno de tus coleccionables favoritos, hablo de un panorama amplio, de obras de arte, de música que te gusta, de una figura de acción o incluso de elementos que puedes utilizar dentro de videojuegos. Sí, es posible. Los NFTs suelen representar elementos del mundo real y por lo general cobran vida en la Blockchain de Ethereum. Tan pronto como una persona compra un NFT, se convierte el dueño de un tipo de token digital que no es posible reemplazar y que cuenta con una autenticación que no puede ser falsificada.
Allá por 2017 aparecieron desarrolladores que comenzaron a experimentar con los primeros NFTs en la red de Ethereum, concretamente en un estándar conocido como ERC-721. ¿Se acuerdan de “Everydays – The First 5000 Days”, aquella obra digital basada en un collage de 5000 imágenes realizadas a lo largo de 13 años, creada por el artista Mike Winkelmann? La pieza se subastó en marzo de 2021 y acabó vendiéndose por 69.3 millones de dólares, dejando otra huella imborrable en la trayectoria de Blockchain.
Por otro lado, ¿Recuerdan “CryptoKitties”, aquel simpático juego que nos permite criar, comprar y vender gatitos digitales de todo tipo de colores y características? El juego estableció récords en ventas de NFTs en 2017, tanto que algunos de los felinos fueron vendidos por cientos de miles de dólares –en menos de una semana, CryptoKitties fue responsable de más del 11% de las transacciones realizadas en ETH-, siendo el gatito Genesis el mejor ejemplo. El simpático animalito fue vendido por la nada desdeñable cifra de 246 ETH, lo que para el momento de escribir este artículo equivale a 444.768 dólares. Este Marketplace de gatitos fue lo suficientemente significativo para que el interés por los NFTs alcanzara áreas como el arte, la música, el deporte y la moda. Marcas de muy longeva trayectoria como Louis Vuitton y Gucci han decidido subirse al barco de los proyectos NFTs, al igual que gigantes del deporte como Nike –empresa que en junio de este año anunció un acuerdo para desarrollar NFTs con la gente de EA Sports, padres de importantes franquicias de los videojuegos como FIFA y Madden NFL- y Adidas.
RWA (“Real World Assets”)
Habiendo definido lo que son los NFTs y explicado un poco acerca de su trayectoria, es momento de traer a colación un término inédito dentro de nuestras notas: RWA o Real World Assets (“Activos del Mundo Real”), que no son más que activos financieros tradicionales como el mismo dinero, acciones, bienes raíces, bonos o el oro, que pueden ser “tokenizados” en una Blockchain. ¿Tienes claro a dónde queremos llegar? Sé que, como mínimo, empiezas a ver el camino. Introducimos el término porque, básicamente, comparte núcleo con los NFTs: convertir elementos del mundo real en tokens, por lo que puede decirse que los dos conceptos están emparentados.
Así pues, los propietarios de bienes físicos o inversionistas de la economía tradicional bien podrían comerciar de una manera más eficiente y confiable. ¿Y cómo se almacena la “tokenización” de un activo financiero ya existente o un coleccionable como una pieza de arte? A través de los contratos inteligentes, que son programas diseñados para ejecutarse en la Blockchain de Ethereum y eliminar intermediarios, y, además, el componente clave introducido en nuestro artículo sobre la importancia de la descentralización en la industria del e-commerce. Porque, sí, lo adivinaste, la representación en tokens de “Activos del Mundo Real” es muy importante para las finanzas DeFi, ya que por medio de esta vía nacen las stablecoins –recomendamos leer la siguiente nota-, que son cruciales para que los usuarios puedan protegerse de la volatilidad del mercado cripto.
Una vez que un activo, como una casa o una obra de arte, es tokenizado, ya es posible comerciar con él de forma digital, lo que quiere decir que la transacción quedará registrada en la Blockchain de forma segura y que cualquier persona podrá rastrear el historial completo de compras y ventas. Por otro lado, imagina que posees un NFT que representa una participación en una empresa (RWA). Bueno, hay proyectos que están siendo desarrollados con el objetivo de otorgar recompensas al propietario del NFT, basadas, como es lógico, en el rendimiento financiero del activo en el mundo real, es decir la performance de la empresa.
Saco este ejemplo a relucir ya que también aplica para la industria e-commerce. Si una persona adquiere un NFT que representa una parte del inventario de una plataforma en línea, no sólo podría influir en las decisiones en torno al catálogo sino también obtener recompensas asociadas a las ventas. Podemos expandirnos aún más en lo que se refiere a los productos en sí, en especial porque es posible tokenizar un item de muy alto valor y fraccionar, logrando que el producto en cuestión sea más accesible y que múltiples personas puedan ser los dueños; también existen NFTs que no representan la propiedad de un activo físico y que no están enfocados en ganar influencias dentro de un negocio, sino en brindar acceso exclusivo y membresías a personas que respaldan la marca asociada al NFT, como la participación gratuita en eventos pagos o conocer a personas importantes dentro de la marca.
Tomaron un impulso sideral con Cryptokitties y su potencial acabó por influenciar múltiples formas de entretenimiento e importantes industrias. Sí, los NFTs llegaron para patear el tablero y originar fascinantes debates. Es sabido que muchas de las soluciones explicadas en este artículo aún están en desarrollo y que el potencial de los tokens no fungibles todavía es cuestionado por un sector, pero acá es necesario preguntarnos: ¿Cuándo la aparición de un nuevo agente de cambio, independientemente de su tipo, no ha sido cuestionada? Por mucho que incontables personas se empeñen en que así parezca, el futuro no está escrito.
Así pues, aquí estaremos para fomentar la conversación y educar sobre todo tipo de invenciones asociadas a Blockchain y criptomonedas, en especial si impactan en la industria e-commerce. Mientras exploramos las posibilidades para revolucionar la forma en que poseemos y compartimos activos financieros, no podríamos finalizar sin antes hacer la acotación de que, al igual que los tokens no fungibles, nuestro protocolo, LOAD, representa una vía hacia un mayor empoderamiento tecnológico de los individuos. En un mundo en el que los NFTs están redefiniendo la propiedad y la autenticidad de los elementos digitales, LOAD llegará para alinearse con estos principios que promueven seguridad y descentralización, garantizando la gobernabilidad de la comunidad dentro de Hamza.biz, espacio en el que ahora mismo estamos trabajando y con el que queremos, a través de transacciones baratas y eficientes, y una amplia oferta de criptomonedas, aportar soluciones integrales para aquellos que buscan optimizar sus finanzas. Cada vez resulta más atractivo aprender, ¿Cierto?