En el ámbito de la gestión de fondos de inversión y la gobernanza de comunidades descentralizadas, las DAO han surgido como entidades digitales que se gestionan mediante contratos inteligentes… Por lo tanto, están estrictamente vinculadas al ámbito Web3. El denominador común lo hemos estudiado en múltiples ocasiones: promover autonomía y transparencia mediante la descentralización del poder –al eliminar intermediarios e incontables procesos burocráticos, la reducción de costos está garantizada-. En una DAO, aspectos como la dirección estratégica o el financiamiento de la empresa adquieren dimensionamiento a través de un sistema de votación.
Durante años las DAO fueron un tema de conversación en el plano puramente teórico, hasta que en 2016 este tipo de organizaciones dieron un paso adelante con el lanzamiento de The DAO, de Slock.it, una empresa basada en el concepto de “Internet of Things (IoT)” –interconexión de dispositivos cotidianos en pro de reducir al mínimo la intervención humana-. Se trataba de un fondo de inversión descentralizado en el que los inversores ponían Ether (ETH) y recibían tokens DAO. Pese a lo prometedor que lucía el proyecto, al poco tiempo sufrió un gran revés: un atacante identificó una vulnerabilidad en el código del contrato inteligente y pudo drenar el equivalente a 50 millones de dólares.
Aquello fue un duro golpe, no sólo para las más de 10.000 personas anónimas que invirtieron dinero sino también para la comunidad de Ethereum, pues el espacio quedó dividido y esto fue lo que dio pie a la creación de Ethereum Classic. Sin embargo, el concepto de las DAO es tan poderoso que consiguió levantarse y seguir ganando tracción. No existe nada más trágico que una derrota de la que no conseguimos aprender para luego emerger con más fuerza… Aquella vez se logró, tanto que para 2022 había reportes que indicaban un aumento significativo en el número de DAOs, con aproximadamente 10 mil millones de dólares bajo la gestión de sus tesorerías. Hoy en día ese monto ha crecido hasta tocar los 40 mil millones de dólares.
“No importa cuántas veces te caigas, lo importante es cuántas veces te levantes”.
-Vince Lombardi.
La evidencia lo indica: el interés en la posibilidad de crear y gobernar proyectos, especialmente dentro del ecosistema cripto y sin la dependencia de una autoridad central, ha crecido muchísimo con el paso de los años. El incidente de 2016 no fue cosa de una letra chica ni nada parecido, sino de un desliz humano, un error de programación del que ni siquiera los creadores se dieron cuenta –así es, el código no siempre funciona como la ley de la gravedad-. Recuerdo que, cuando estudiaba en la universidad, uno de mis profesores de matemática fue acusado de riguroso por los estrictos términos que empleaba para corregir sus exámenes… Él respondió que, en la vida real, por un signo perfectamente se puede caer un edificio. En teoría, tiene razón, pero eso no quiere decir que no se pueda disminuir el riesgo de errores a través de incontables auditorias de seguridad.
En las últimas décadas, la industria del e-commerce también ha experimentado una gran evolución. Lo que en un principio era un sector de nicho conformado por personas que querían gastar algo de dinero en ciertos lujos, hoy se ha convertido en un aspecto integrado en la cotidianidad de nuestras vidas. Esto, por un lado, ha llevado a un aumento exponencial en la competencia dentro del mercado digital, mientras que la complejidad y escala de las operaciones en línea ha generado desafíos en términos de gobernanza. En estos tiempos los consumidores son cada vez más exigentes, y lo cierto es que no son pocas las empresas que están corriendo para lograr un nivel óptimo de transparencia, especialmente en lo referido a la gestión de datos de sus usuarios.
Entonces se plantea lo siguiente: consumidores que no dejan de estar preocupados por cómo se utiliza su información personal y si no hay trucos detrás de las políticas de devolución y reembolsos, y empresas que a gritos empiezan a demandar nuevos modelos de gobernanza en pro de una gestión más eficiente y rentable… El diagrama de Venn está completo. ¿Qué hay en la intersección? Una DAO utilizada como plataforma para un e-commerce Web3, pues imagina que todas las partes involucradas, como clientes y proveedores, puedan tener acceso a información sobre la toma de decisiones y cómo se obtienen los fondos. Esto promueve confianza y credibilidad, lo que da pie a conservar clientes.
“Las DAO representan un paso significativo hacia la creación de organizaciones autónomas que operan sin la necesidad de una autoridad centralizada, aprovechando la tecnología Blockchain para la toma de decisiones y la ejecución de contratos inteligentes de forma transparente”.
-Vitalik Buterin, co-fundador de Ethereum.
En el marco del e-commerce tradicional, existen una variedad de procesos que bien podrían mejorarse gracias a los contratos inteligentes de las DAO, como la gestión del inventario y el procesamiento de pedidos y pagos. Imaginémoslo de la siguiente forma: un vendedor agrega un producto en la plataforma A, detallando sus características, la cantidad de unidades disponibles y el precio. Tan pronto como se añade el producto, se crea un contrato inteligente que contiene los términos de la transacción. Una vez que el usuario procede a realizar la compra, el contrato inteligente bloquea el pago hasta que se complete la entrega del producto… Finalmente, el programa actualiza el inventario.
Asimismo, los contratos inteligentes también aplican para la resolución de disputas; es decir, si un usuario alega que recibió un producto en mal estado, puede iniciar un proceso de devolución o reembolso que sería mediado por el programa –que por supuesto sigue las reglas establecidas en su código-. Cabe destacar que la implementación de contratos inteligentes no se traduce en el destierro del factor humano. Sabemos que en el mundo de las compras digitales hay casos muy intrincados que sí o sí requieren de intervención humana, por lo que las operaciones pueden ser monitoreadas por alguien de soporte.
Pese a los avances logrados en el ámbito de las DAO, es justo reconocer que su adopción, al igual que otras aplicaciones Web3, aún no es masiva. Por ende, es necesario que aquellos que se dedican a educar sobre el ámbito Blockchain no se conformen sólo con hablar de Bitcoin, Ethereum y poco más… Hay que reforzar los contenidos educativos incorporando todo tipo de tecnologías asociadas con criptomonedas, y, como es lógico, demostrar casos de uso claros. Es necesario explicar a la gente qué son las DAOs y cómo funcionan, y que, si bien presentan una serie de desafíos y retos, existen alternativas para enfrentarlos y aumentar las probabilidades de éxito.
Al estar basadas en contratos inteligentes, es importante tener en cuenta que una DAO puede arrastrar errores de codificación –la historia sobre lo que ocurrió con The DAO cobra cada vez más relevancia-. Por ello es vital realizar auditorías de seguridad periódicas y promover las mejores prácticas para codificar, pues el desarrollo de software es una de las labores más estresantes y complejas de nuestros tiempos, tanto que no habrá forma de conseguir grandes resultados con una metodología de trabajo que diste mucho de ser la más equilibrada para todo el equipo –la gente debe trabajar tranquila y a su ritmo-; también sugerimos llevar a cabo un proceso de investigación en torno a las leyes del sector, ya que Blockchain todavía cuenta con un marco regulatorio poco claro y con muchos vacíos legales en múltiples países. Lo ideal en estos casos sería pedir asesoría a profesionales en el tema.
Esencialmente, cualquier entidad autónoma cuya gobernanza se construya en base a contratos inteligentes u otros mecanismos descentralizados puede ser considerada una DAO. Lo primero que se necesita para que esté operativa es definir las reglas con las que va a funcionar y luego se pasa a la etapa de obtención de fondos. Tan pronto como la DAO entra en funcionamiento, esta permite la participación abierta y equitativa de sus miembros. Pese a que el modelo no está exento de desafíos y riesgos, su potencial para una gestión de recursos más eficiente es incalculable y su evolución continúa siendo objeto de gran interés en el ecosistema cripto, empezando por nuestro equipo de magos. Sí, aquí estaremos para informarte sobre todo lo relacionado con el crecimiento de las DAO, mientras, paralelamente, trabajamos en optimizar Hamza.biz, el primer e-commerce Web3 impulsado por el protocolo Loadpipe. Haz click aquí para estar al tanto de nuestra hoja de ruta y asegúrate de seguirnos en redes sociales.
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